La Crisis de la República Romana: Del Auge del Imperio a la Guerra Civil
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La sociedad romana y el imperio
La creación del imperio creó una crisis en la sociedad romana: los campesinos soldados tenían dificultades para volver a la tierra debido a la creación de grandes latifundios, por lo que se iban a vivir a las ciudades y terminaban engrosando la plebe urbana. El flujo de riquezas creó una contradicción, donde había comportamientos antiéticos en una sociedad poco acostumbrada al lujo. Se necesitaba un aparato administrativo para el gobierno del imperio que estaba habitado por griegos, africanos, etc., por lo que nació un nuevo estrato, los caballeros, EQUITES, estos eran hombres con dinero proveniente de familias senatoriales que tenían influencia y poder que querían hacer obras públicas y otros. La clase senatorial se encontraba en contraposición y se encierra en su egoísmo para mantener los privilegios de la supremacía. Estos estaban en contra porque ambos querían explotar los recursos provinciales. Los provinciales no tenían instrumentos para defenderse y estos denunciaban, el senado decidió solo condenar a los caballeros. Para evitar las carreras demasiado rápidas en el 180 se creó una ley anual en la que se establecía un intervalo de tiempo entre los cargos, por ejemplo, entre el consular y el sucesivo. Había demasiada devastación y en las campiñas las pequeñas propiedades y el estrato de los campesinos soldados declinaba. Se comenzó a afirmar un fenómeno alarmante, los latifundios, estos son vastos poseimientos de tierras de los más ricos que se dejaban sin trabajar mientras los campesinos soldados iban a la ciudad porque eran braceros asalariados, por lo que se quedaban sin trabajo y sin medios de sustento.
Los Graco: la reforma imposible
En el 133 a.C. Tiberio Graco se convirtió en tribuno, él quería una reforma, la ley agraria que preveía un límite a la posesión de las tierras públicas: las tierras en exceso serían restituidas al estado que las habría distribuido a los nullatentes. Había una fuerte oposición, decían que iba en contra de la voluntad popular y violando la ley anual se hizo elegir para un segundo tribunado, pero fue asesinado en el 133 a.C. por sus adversarios. En el 123 a.C. fue elegido al tribunado su hermano, Cayo, que propuso una ley para la distribución de grano a la plebe urbana. Propuso también la ciudadanía latina a los itálicos y la romana a los latinos. Había opositores y no logró ser reelegido tribuno y lo declararon enemigo público, y fue asesinado por un esclavo.
Hacia la guerra civil
La división de la clase dirigente provocó una división: optimates (oligarcas, conservadores, miraban por los estratos excluidos del gobierno) y populares (senadores que querían una alternativa de integración), estos no eran partidos, eran facciones, es decir, partes que persiguen sus propios fines en contra del interés general. La política exterior estaba caracterizada por grupos contrapuestos. Yugurta quería apoderarse del reino de Numidia, el senado no intervino, fueron asesinados muchos romanos, los caballeros y la plebe pidieron la guerra y la oligarquía senatorial fue acusada de corrupción. Los optimates declararon la guerra a Yugurta, enviaron a Quinto Cecilio Metelo con Cayo Mario, Cayo Mario fue elegido cónsul y tomó el control de Numidia, junto a Sila capturaron a Yugurta. Mario obtiene de nuevo el consulado hasta el 100. El senado utiliza a Mario y al ejército para evitar que se aprueben las propuestas de los tribunos. Los itálicos se rebelaron contra Roma, entre el 89 y el 90 se concedió la ciudadanía a los itálicos. En el 88 Sila fue elegido cónsul, los populares hicieron votar la revocación de su mando para confiárselo a Mario. Sila obligó a Mario a huir y abrogó las leyes populares. Sila se hizo nombrar dictador y asesinó a sus enemigos.