El Hombre y la Historia: Una Perspectiva Orteguiana
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El Hombre como Ser Histórico
La Dimensión Histórica de la Razón y el Hombre
La vida humana es un continuo devenir, la realización permanente de un proyecto que se ha ido forjando a lo largo de la historia de la evolución. La vida humana no es algo finito e inmutable, sino que es historia. El hombre vive en un momento determinado del tiempo, en un periodo histórico concreto. Y ese tiempo es algo que debe afrontar, no solo con la razón, sino también con la vida y desde la vida, porque el tiempo no es solo lo que miden los relojes, sino el trabajo, la experiencia, la innovación…
"El hombre no tiene naturaleza, sino historia." Al no tener una naturaleza predeterminada e inmutable, como ocurre con los animales y las plantas, sino al ser heredero de la historia animal, plástico y capaz de hacerse a sí mismo, el hombre debe ser concebido como el resultado de una relación entre pasado y futuro. Lo que el hombre haga de sí mismo, sus planes para el futuro, dependerán del pasado que ha heredado. Así, para Ortega, la memoria del pasado no es solo un don que se le ha dado al hombre, sino una potencialidad que el hombre ha desarrollado, nacida de la necesidad de afrontar su propio futuro, porque el futuro no le viene dado al hombre de la misma manera que a un animal.
Por tanto, aunque parezca paradójico, es la capacidad del hombre de tener un futuro, de hacerse a sí mismo en el futuro, lo que le obliga a recurrir al pasado. Y esto se debe a que la memoria del pasado, tanto el pasado personal como el pasado de la humanidad, le permite encontrar las coordenadas necesarias para orientarse en relación con su futuro. Pero no basta con recordar el pasado para que el hombre pueda orientarse en el presente y en el futuro. Para que el pasado sea útil, el hombre ha de "vivirlo", ha de tomarlo como punto de referencia. Es esta convicción, este imperativo de vivir en el pasado para quien quiera ser un hombre de hoy y de mañana, lo que lleva a Ortega a reivindicar el constante recurso a la tradición (no vivir del pasado, como sostienen los tradicionalistas, sino vivir en el pasado).
Un modelo admirable de una disciplina que ha tomado conciencia de su tradición y de su dimensión histórica es la Historia de la Filosofía, que nos hace convivir con toda la serie de filósofos que nos han precedido, "como si fuéramos un filósofo que hubiera vivido 2.500 años y siguiera pensando por ellos". De este modo, la apelación a la tradición no es solo propia de los "tradicionalistas", sino que es tarea imprescindible de todo hombre, porque es la única forma razonable de afrontar el futuro con alguna esperanza de éxito. Si hoy podemos seguir haciendo ciencia, arte, filosofía o innovando en dispositivos técnicos para el futuro, es porque tenemos nuestras raíces en el pasado, un pasado que nos nutre así como las raíces de una planta la alimentan para que pueda dar hermosas flores y sabrosos frutos.
Teoría de las Generaciones
La vida, que es temporalidad, historia, evolución, posibilita la coexistencia de diferentes generaciones. Generación significa que en cada momento hay una forma de vida (creencias, ideas, problemas, preguntas…) que dura un cierto tiempo (15 años, según Ortega). En un mismo tiempo, pues, coexisten diversas generaciones: niños, jóvenes, adultos y ancianos. Por lo tanto, debemos distinguir entre:
- Contemporáneos: los que viven en el mismo tiempo.
- Coetáneos: los que tienen la misma edad.
Esta diferencia se basa en la posibilidad de innovación: si todos fueran contemporáneos, la historia se detendría, porque cada generación tiene dos dimensiones:
- Recibir la tradición, la experiencia vivida de las generaciones precedentes.
- Dejar fluir su espontaneidad, innovar, crear nuevos proyectos.
Cuando estas dos dimensiones no se corresponden, cuando surge la rebeldía contra lo recibido, es cuando se producen las generaciones polémicas y la innovación es posible. Cada generación tiene su misión, su tarea histórica.
Tipos de Personas en Cada Generación
Cada generación, a su vez, está compuesta por dos tipos de personas:
- Minoría selecta o élite.
- Masa.
La élite está compuesta por los hombres que viven el proyecto creador ("Es ahora comenzando a pensar que dentro de veinte años, hablará en las plazas de los pueblos pequeños") y su misión es dirigir a las masas ("La masa no actúa por sí misma. Ésta es su misión. Ha venido al mundo para ser dirigida, influida, representada, organizada.")
La Rebelión de las Masas
En su tiempo, Ortega creía que se había creado una gran confusión entre quien manda y quien obedece, de ahí la "rebelión de las masas", que se niegan a someterse a las directrices de las élites, provocando la "invertebración" de España. De ahí la preocupación de los intelectuales por el "problema de España". Ortega decía: "España es el problema, Europa la solución." Europa es la ciencia, España la inconsciencia, un pueblo sin cerebro, un desierto cultural e intelectual. Tenía una visión pesimista de España por la incapacidad de ser críticos con nuestros propios vicios (odio, envidia, ignoranza…). El problema, por tanto, es pedagógico. Se necesita más educación, más cultura, pero una cultura enraizada en la vida, que no sea vana e inútil, sino que moralice a España.