El turnismo político en la Restauración española

El Turnismo Político Durante la Restauración Española

El sistema político de la Restauración se basó en la existencia de dos grandes partidos: el Conservador y el Liberal. Ambos aceptaban ideológicamente y defendían la monarquía, la Constitución, la propiedad privada y la consolidación de un estado liberal, unitario y centralista.

Los Partidos Políticos

El partido Liberal-Conservador era liderado por Cánovas del Castillo, mientras que el Partido Liberal lo dirigía Sagasta. Las diferencias entre ambos eran mínimas. Los conservadores se inclinaban más hacia una política inmovilista y la defensa de la Iglesia y el orden social, mientras que los liberales eran más proclives a una postura progresista, reformista y laica.

El Turnismo

Para el ejercicio del gobierno se instauró el turnismo. Este sistema funcionaba de la siguiente manera: cuando el partido en el poder sufría un desgaste político, el monarca encargaba al líder del partido de la oposición la formación de un nuevo gobierno.

El Ministro de la Gobernación

Una de las figuras clave de este sistema era el Ministro de la Gobernación, responsable de la manipulación electoral, que aseguraba la victoria del partido en el poder. Los gobernadores civiles de las provincias aprobaban una lista de candidatos a alcaldes y diputados y todo el aparato administrativo estaba a su servicio para garantizar su elección.

Prácticas Caciquiles

Se utilizaban prácticas corruptas como la manipulación del censo electoral y el falseamiento de las actas. El sistema se basaba en el caciquismo, donde individuos con una posición social elevada, debido a su poder económico, controlaban directa o indirectamente a grupos de personas y a la prensa para que los resultados electorales se ajustaran a las expectativas del gobierno.

El Caciquismo en Andalucía

El caciquismo se impuso en toda España, pero en Andalucía, especialmente en las zonas rurales, tuvo mayor incidencia por varias razones:

• La importancia del latifundio en la estructura de la propiedad de la tierra, donde los terratenientes controlaban a un gran número de personas.
• El alto nivel de analfabetismo.
• El temor del poder político a la radicalización de los movimientos campesinos, influidos por el anarquismo.